Dama de compañía.
Ella sonríe
calma mi sed
me habla acerca de sus lejanías
de sus hijos bajo la lluvia
del rostro y sus objetos perdidos
Yo le hablo también
de mis ausencias
de lo que soy
de mis muertes
mis salvaciones
Pero ella tiene luto
sus pechos son monedas
cayendo en la alcancía de mis labios
Yo tengo luto también
pero mis labios son monedas
cayendo en la alcancía de sus pechos
Jugamos a cruzar las calles
guardamos los besos
los antiguos sueños
nos bebemos los vasos rotos
para desdibujarnos
con el último sorbo de ausencias
La tarde apenas perceptible
nos inunda y escapamos
entre las piernas abiertas de la noche.
Cesar Augusto.
jueves, 4 de octubre de 2007
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1 comentario:
una de las cosas mas maravillosas que me ha sido poder encontrarte en tus palabras, poder reflejarme en tus milagros...
gracias compañero... me siento muy orgullosa del esfuerzo que realizas aunque los fantasmas se atraviesen en la noche para robarnos el sueño... Animo... Te quiero un monton: nela
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